Allí donde nunca estuve,
donde las flores crecen boca abajo
y el éxodo de las alas toma el rumbo
de la quiastolita que asoma por mi escote,
crece una conciencia desnuda que
en una coordenada imposible,
acontece, inhóspita
al nacimiento de catedrales góticas
que nunca dejarán de ser romanas.
donde las flores crecen boca abajo
y el éxodo de las alas toma el rumbo
de la quiastolita que asoma por mi escote,
crece una conciencia desnuda que
en una coordenada imposible,
acontece, inhóspita
al nacimiento de catedrales góticas
que nunca dejarán de ser romanas.
Donde los placeres imposibles
se tienden al sol
llueven, cada día,
virutas incisivas que se consumen
antes de tocar el suelo
para permanecer suspendidas sobre un busto
sin gesto ni identidad que,
sonriendo, mira hacia arriba y deletrea su nombre.
se tienden al sol
llueven, cada día,
virutas incisivas que se consumen
antes de tocar el suelo
para permanecer suspendidas sobre un busto
sin gesto ni identidad que,
sonriendo, mira hacia arriba y deletrea su nombre.
Desde esta ventana a la que han despojado
de paredes a las que agarrarse,
se abren de par en par los sentidos que susurran que,
a ese lugar donde nunca estuve
volveré.
de paredes a las que agarrarse,
se abren de par en par los sentidos que susurran que,
a ese lugar donde nunca estuve
volveré.
¿Desde cuando has dejado de codearte con las fronteras?
Allí se guarda en un frasco el cielo infinito
y también a quien logra tocarlo.
Allí se guarda en un frasco el cielo infinito
y también a quien logra tocarlo.
Es que es muy bonito Geminina, es muy bonito leerlo.
ResponderEliminarMucho más bonito es escribirlo...
EliminarNo me canso de darte las gracias, por leerme tanto!!!