Incapaces



No hay incapacidades, sino incapaces  –dijo el Tribunal Supremo.
Con la frágil rotundidad de un terremoto en las cuerdas vocales, controlaba la vergüenza el ególatra mientras otros dominaban las palabras.
Sobreviene una aurora boreal negociada que ilumina al asesino de poetas y acongoja al testigo de poesías, bajo la que asegura, mintiendo, que nunca mentirá.
Porque para escribir sólo hace falta entender de emociones y emocionarse entendiendo, como para ser justo basta con sentir y resucitar de entre las trampas escondidas en las normas.
La chapucera toga, que pierde los escrúpulos a golpe de maza, lanzando al abismo el chispeo y dejando al aguacero llover. El indecoroso birrete, que me lleva a tomar decisiones que aún no se habían decidido a ser.



Lapidadas bajo tierra y la piedra en el fondo del mar.
Ahora... que soy atea en justicia.


1 comentario:

  1. ¿Puede ser justicia una justicia que es injusta? Asegura mintiendo que nunca mentirá.
    Una vez un poeta dijo que nunca siempre está ocupado Geminiana.
    Un placer.

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