Un pingüino en urgencias



Hay días que tu carácter bipolar me desquicia.
No acabo de entender porqué en el Ártico te empeñas en caminar sobre las banquisas, interminables en el espacio y tan profundas como doce veces tú, para llegar, casi exhausto, hasta la última frontera.
“Sólo desde allí, mires donde mires, miras al Sur”- Lo que tú digas…

No se porqué te endeudas en volar desde Madrid, vía Oslo y en vuelo regular, sobre los rincones donde se despeinan los taciturnos, para dejarte caer allí y poner a secar tus alas empapadas en la nieve seca con que amaneces impregnado los martes primeros de mes.
No se porqué te llevas la brújula desentrenada para contarles a los mamíferos de pelo blanco que para despistar a sus depredadores deben irse hacia allá, o hacia allí, o para acá, o para allá…¡Para ya!

Y como los osos polares no beben agua, tú tampoco. Así llegas con la piel seca, colgando tu traje de quimeras, cada vez que vuelves, de la misma percha de la que penden mis suspiros.
Me desesperas cuando llegas braceando, como las focas, a pecho y espalda, porque ellas son excelentes nadadoras olímpicas y pasan diez minutos bajo el agua sin subir a la superficie; tú no ibas a ser menos. Me exasperas cuando te falta la respiración y, prácticamente en estado de shock, nos paseamos por urgencias con tus pulmones en estado crítico.

¿Qué es eso de “nunca te regalaré flores” porque allí la flora escasea?
Me aturde tanta falta de romanticismo; que con la estrella polar yo me estrello contra tu aurora boreal de febrero.
Catorce de febrero, día de los enamorados…Qué oportuno.





 
Visita de médico y, de repente, decides irte a la Antártida.
A esa meseta llana, ventosa, a unos tres mil metros de altitud sobre el nivel del mar. ¿No te das cuenta? A esa altura se reduce la cantidad de oxígeno que llega a tu cerebro. Eres feliz mientras las falacias pasan factura, ahora que el país está en crisis.

Y como Amundsen pasó por allí un día de diciembre, me dejas sola en navidades, con el árbol puesto y los regalos descompuestos.
Como allí apenas llueve me haces sustituir el paraguas que te regalé estas navidades por unas orejeras.

Aquello está plagado de pingüinos y ballenas, dices.
Ellos, que no saben volar y caminan con torpeza, forman colonias. Colonia… esa que devolviste el mismo día que celebrábamos nuestro mesario, el año pasado.
Resisten el frío como nadie, me cuentas. ¡Ay! Aquel día que cambiaste, con el ticket regalo, el reloj de arena de cristal rojo por un anorak…
Me encolerizo, cuando vuelves del reino de los pingüinos y te deslizas por las laderas empinadas con un plástico sin frenos recién arrancado de un libro que forraste cuando estabas en primaria. En urgencias están hartos de ti.
¿Y cuando vuelves pingüetizado con tu cuerpo de barril y te empeñas en uniformarte con un frac para hincharte a comer gambas y calamares? Me ofende tu mimetización.
Estoy empachada de la criatura más grande que jamás has visto. Lo cierto es que no hay otra más bonita que ella, la ballena azul. Me apabulla tu delicadeza. 



Cruzas veinte mil kilómetros y, de la que pasas por aquí, vienes a verme.
Es de agradecer, pero para guardar la distancia entre ambos polos ya se me tensa demasiado la cuerda. Yo que siempre vuelo rasante siento que hay días que tu carácter bipolar me desquicia.



Permíteme que me corrija: me desquicias.















4 comentarios:

  1. Cada linea es pura poesía, eso sí, desquiciada! Siento demasiado calor, como el de un volcan, por algo o alguien que es puro hielo. No se si será siempre pero tienes razón...es desquiciante pero muy muy bueno el texto! Impecable!
    Besos!

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  2. "Demasiado calor por alguien que es puro hielo"...¡ Ekilikuá!

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  3. Dan ganas de, una vez cerrada la boca de mi/tu sonrisa, abrir esa cabeza tuya con mucha delicadeza, y hurgar entre los pliegues de tu cerebro. ¡Cuantas vidas tienes! Y no he dicho disfrutas, he dicho tienes, porque son tuyas.

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    1. A veces son vidas mías, pero otras veces, Clin, son historias robadas ;)
      Lo primero que hago es observar y, después, imaginar...
      ¡Imaginar es FASCINANTE!

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