Lo sabes, y yo también
Que cada muerte templada impregna de canela en rama el delirio de este rincón
Acércate, que yo me abandonaré
A esta pared destapada que sucumbe a cada garra que la dibuja con sed
Bebe y agárrate
Al espasmo incontrolable que arranca el roce en la nuca si se defiende la piel
Arráncalas y déjalas caer
Que a jirones, cada bocanada desgarra las telas del ansia que anquilosan al corcel
Álzate contra los brazos que mienten en la batalla, porque ellos sabrán perder
Desgástalo... yo también lo haré
Emboza la impúdica mirada, dibújame descremada, indaga en cada ángulo obtuso que quieras humedecer
Abusa de la palabra e impúgnala con la rama que hostiga, que duele, que clama, para luego hacerla arder
Cuando la oscuridad te asuste… envuélveme
Que al vértigo de los muslos lo malhieran las bofetadas del instinto puro y cruel
Que la espiral irritada quiebre la voz desatada y la lleve a enmudecer
Como el hielo que intima en la boca….derrítete
Deja que sea en esta sábana, empachada de agua salada, donde flote el amanecer.
Y cuando vuelvas a abrir los ojos, imprégnate de canela…
y desafíame
y desafíame
No hay comentarios:
Publicar un comentario